Vi pasar sus ojos de cristal
su cintura de aluminio,
sus rodillas de pistón.
Me miró como a un igual.
Con un enorme dominio
su espada en alto blandió.
Vi sus ojos de cristal
al parecer inermes
pero por un momento
justo antes de atacar
vibró en ese cuerpo fuerte
la dolencia de un lamento.
Mayo 2009
miércoles, 20 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario